La Laguna Rosa de Torrevieja es uno de los paisajes más emblemáticos y fotogénicos de la región, famosa por sus aguas de color rosa, que adquieren este tono único gracias a la combinación de algas y bacterias halófilas que prosperan en su ambiente salino. Este fenómeno natural único en el mundo, no solo aporta la belleza, sino que es parte fundamental del proceso de extracción de sal que ha sustentado la economía local durante siglos. Los visitantes pueden conocer de cerca el método de extracción tradicional que aún se utiliza hoy en día, incluyendo la recolección de la preciada «flor de sal», una sal gourmet que se exporta a nivel mundial. Además, la tradición local de los «barcos de sal», pequeñas embarcaciones utilizadas en la industria, sigue viva y es un testimonio del rico patrimonio torrevense.